¡QUÉ VIVA LA POESÍA! VOLUMEN II
aun llevándose también la agitación
con algunos impertinentes enojos
que las sociales relaciones nos causan.
Mira las lúcidas estrellas que llegan
para reflejar un momento de calma
en el endeble corazón consternado
o en las bruscas lágrimas que se riegan.
No dejes ir el limpio sueño que brota
en repentina alegría desbordada
o en la inédita ilusión de un nuevo día
que hace soportable incluso la derrota.
Jorge Gómez A.
Modificado martes, 07 de septiembre de 2010)
SÓLO HASTA LUEGO, BACHILLERES
Llegan los tristes momentos de la partida
cuando en torrentes los recuerdos empiezan
a deslizarse en el contorno de la vida
y todo se descompone pieza por pieza,
y aunque broten unas lágrimas de tristeza,
habrá que tomar fuerzas para ver el mundo
con ojos de quien asume una etapa nueva
o de aquel que debe recorrer otros rumbos,
puesto que ya se anduvieron los de la escuela.
A pesar de todo, esos tiempos del colegio
fueron alegres épocas de aprendizaje
cuando vehementes maestras y maestros
los llevaron por rondas de letras, ciencia y arte
y aunque de distintos modos tomaron parte,
esos serán quizás imborrables momentos
que los acompañarán en su nuevo viaje
o vendrán a la memoria de buenos tiempos.
Quedan atrás los alargados corredores
la algarabía de voces y algunos pesares,
pero se fija en sus nobles corazones
aquello que los hizo estudiantes del Suárez.
Jorge Gómez A
Noviembre 25 de 2008
Octaciano Montiel Álvarez,
te nos fuiste yendo de perfil
como se van la águilas en el horizonte,
pero no para simplemente morir.
Han quedado tus finos trazados
de arcos que parecen sonrisas
o de grandes ángulos
que semejan letras y letra de tiza.
¡Sí, compañeros, !
por ahí se nos fue él,
Octaciano Montiel,
como las águilas en el ocaso
y como él siempre fue:
callado, mas no silente.
De caminar lento en el paso,
pero ágil en el volar del pensamiento.
Altivo, mas no altanero;
de los suaristas un maestro
y eterno aprendiz de ajedrecista.
A quienes no lo hayan conocido
les diría:
Pregunten por el “cuñao” de Carlos Medina
que Octaciano
siempre estará por ahí:
en las almenas de una torre
o en el brillo de un alfil.
(Jorge E. Gómez A)
10 de agosto de 1996
como un ramo de dorado trigo,
a juntarse en toda la tarde
que lentamente termina
escurriéndose por las montañas
donde el sol parece buscar abrigo.
Va subiendo el corazón animado
cual fiesta de comparsas,
a trabajar con esmero
durante los días y meses
que vienen después de febrero
hasta coronar la cima del año duro
desde donde se contemplarán
con la preciosa estrella viajera
muchos senderos y carreteras
y quizás el comienzo del plenilunio.
Modificado martes, 07 de septiembre de 2010
empañan los espejos.
ENIGMA
de cualquier año,
de cualquier año
es febrero
cuando los monstruos
abren las agudas voces
para el grito de la mañana
y el aullido de la noche.
Puede que el amanecer
me coja más tarde
que el agitado día,
mas no la melodía
de la vida y su canción.
Y seguimos buscándote
aunque el tiempo sea imposible
o no sea entendible,
vemos que la vida
parece muy difícil,
aunque yo sé
y la veo de trasluz:
a veces sombría,
muchas otras, radiante
como un corazón azul
porque si no estuviera ella
los espantajos nos destruirían,
no tendríamos poesía
y no veríamos la estrella.
Jorge Gómez A,
1992. Reformado 2010.
CANCIÓN DE ETERNIDAD
Déjame navegar
en la tarde
prendido a tu talle.
Podremos deslizarnos
lenta y dolorosamente
por los salados caminos
de las lágrimas
o remontarnos
a las alegres fuentes
del reencuentro
donde una canción
sirva de timonel.
Y cuando en el poniente
vaya cayendo el sol,
tal vez seguiré
prendido de tu cintura
como la montañas
alrededor del valle.Jorge Gómez A.1989
(IMAGEN DE PINTEREST) |
SALUDO
Sólo dos palabras para saludarte
COMPROMISO EN EL CAMBIANTE
CLAROSCURO DE LA VIDA
como el uniforme que tú usas;
puede, sin embargo, ser oscura
como las penas, el dolor
o la tristeza de las vidas
que se fugan
en días y noches diluidas.
si el tiempo se vuelve gris,
si los hombres caminan cabizbajos,
tú permanecerás ahí,
en los tiempos de calor o de frío,
en las horas de tristeza o hastío,
para iluminar la desolación
y entonar la afable canción
de la inasible esperanza
que de alguna manera
hasta el futuro alcanza.
en tu alma de Primavera,
siempre tendrás una voz de entereza
para quien
frente al dolor
se siente solo, sin valor.
tus días sí duran veinticuatro horas
porque a todo momento
curas del cuerpo las heridas;
las del alma taciturna
que llora,
dulcemente alivias.
también la risa y la alegría
de la vida que nace
y a ella te unes con algarabía
(Jorge Gómez A. 1977)
Las despedidas más dolorosas
Algunos hombres
EL MATADERO
(Al pueblo de Venezuela
que lucha contra la dictadura)
ESE POLÍTICO
en favor del proletariado
si tenés la barriga llena
y los zapatos bien lustrados.
de los trabajadores pobres
cuando tu deslumbrante casa
no está hecha en desnudos adobes.
voces de dientes para afuera:
en donde vives, cuando llueve,
no cae ninguna gotera;
la miseria ves en la tele
y es así como te conmueves.
VIBRACIONES
Imaagen de: https://mega.nz/file/PLx3jboY#XSmNZZtxkaUVKa-fr54pPbh9BuWy6T30Ryzi19TmdT8
https://www.freepik.es/fotos-vectores-gratis/solidaridad
..y tanta gente hablando por ahí
de desencanto por los amigos,
y tantas personas por ahí
llamando a no confiar
en ningún individuo.
Mas cuando veo a quienes llegan
al lado de mi dolor
o me abrazan con compasión,
pienso que no se puede
desdeñar al otro;
Pienso que cuando se arremolinan
alrededor de mi desolación
y me cubren con sus palabras,
renace mi confianza
en el género humano.
En aquello
que no deja de ser amor.
(Jorge E. Gómez Arias Enero 22 de 2022)
ECONOMÍAS Y DESPILFARROS
imagen de: https://tusbuenosmomentos.com/persona-piensa-grande/
He ahorrado amistades
para los tiempos negros.
Las querencias las he acumulado
para los momentos del odio.
También los buenos recuerdos
los cargo en el bolsillo
para épocas de olvido y agobio.
Sin embargo...a veces
ni las amistades,
ni las querencias,
ni los recuerdos
son suficientes
para apartar la pálida tristeza
que llega y me habita,
rígida como el mármol,
aletargadora,
mientras del brazo de las nubes
pasean los pájaros
en la tarde sin horas.
(Jorge Gómez Arias)
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